miércoles, 13 de noviembre de 2019


Papiloma en perros: papilomatosis oral canina

La papilomatosis oral canina es una patología muy común en la consulta diaria del clínico veterinario, que cuenta con una presentación muy característica y un buen pronóstico para el animal.
Etiología y transmisión
La presencia de papilomas en perros, también conocida como papilomatosis vírica, está provocada directamente por un virus oncogénico de la familia Papovaviridae, constituyendo el 5% de las neoplasias orales más comunes en el perro. La transmisión de este virus es principalmente horizontal por contacto directo o fómites, que afecta principalmente a perros menores de un año. Ocasionalmente se ha descrito esta enfermedad en perros adultos, donde su presentación es inespecífica en cualquier parte del cuerpo de este. Este virus no presenta contagio interespecífico, pero sí entre individuos de una misma especie, sobre todo en individuos inmunodeprimidos, ya que los perros enfermos tienen más probabilidades de adquirir infecciones oportunistas.
Por otro lado, se han encontrado casos en los que individuos sanos sin lesiones también han manifestado signos clínicos de papilomatosis oral canina, de tal manera que los animales que tienen el virus son portadores y actúan como reservorio del agente patógeno.
Cuadro clínico y diagnóstico
Los signos clínicos que se manifiestan cuando el virus se ha instaurado en el animal se localizan principalmente en las membranas mucosas, destacando sobre todo la presencia de estas lesiones en la mucosa oral. No obstante, la aparición de estas lesiones también ha sido descrita en la lengua, labios y lagrimal, entre otros, diferenciándose en este último un tipo de presentación conocida como papilomatosis conjuntival canina.
Otra localización de las lesiones provocadas por este agente es la piel, donde el virus desencadena el crecimiento de un tumor cutáneo benigno a partir de las células escamosas de la epidermis. Enfocando el artículo en la papilomatosis oral, la manifestación clínica de esta alteración consta de proliferaciones de epidermis de forma pedunculada, conocida típicamente por tener forma de “coliflor”, tanto de forma aislada como de manera múltiple a lo largo de la cavidad oral del animal.
Aunque el cuadro clínico es muy característico, siempre hay que realizar un diagnóstico diferencial entre la papilomatosis oral con otras patologías y nunca descartar otras alteraciones, ya que la aparición de las lesiones puede estar producida por alguna enfermedad concomitante, como es el caso de la leishmaniosis canina.  Los métodos diagnósticos comienzan por una exploración general del animal, añadiendo pruebas complementarias, tales como análisis hematológicos y bioquímicos, citología o biopsia de la proliferación y posterior estudio histológico.
Tratamiento
La mayoría de los casos en los que el animal presenta signos de papilomatosis canina no es necesario tratamiento, ya que la enfermedad remite espontáneamente en 1-3 meses. Por otro lado, es necesario tener en cuenta que las proliferaciones de la mucosa y de la piel pueden evolucionar a carcinoma de células escamosas, lo cual agrava el cuadro clínico y empeora el pronóstico del animal, por lo que hay que tener especial precaución con este trastorno.
Es imprescindible controlar el crecimiento de la masa periódicamente y tomar decisiones en cuanto a su tratamiento, basado principalmente en:
·         Escisión de la masa mediante técnicas quirúrgicas convencionales o nuevas tecnologías, tales como criocirugía, electrocirugía o cirugía láser. No hay que precipitarse en la realización de una extirpación ya que, como se ha comentado anteriormente, tiende a remitir de manera espontánea.
·         Administración de medicamentos inmunomoduladores para la mejora de la inmunidad celular del animal, pudiendo emplearse, entre otras opciones, una combinación de cimetidina con levamisol. El uso de corticoides no está indicado para esta alteración.
·         Cambio de dieta para aumentar la condición corporal y el estado inmunitario del perro, sobre todo cuando la enfermedad se presenta en cachorros.


Conclusión

La papilomatosis oral canina es una alteración mucocutánea de origen vírico de carácter benigno y buen pronóstico, que aparece con mayor frecuencia en perros jóvenes y tiene capacidad de remitir a los pocos meses de su instauración. No obstante, es una patología que precisa ser revisada por profesionales veterinarios para evitar complicaciones.






Gingivitis en gatos

En varias ocasiones las personas suelen pensar que algunas enfermedades humanas no afectan a nuestras mascotas y simplemente no se les toma las medidas necesarias, esta es una enfermedad que puede ser mortal para un animal si no se trata a tiempo

La gingivitis en gatos es la inflamación de la mucosa oral, orofaríngea y lingual. Es una de las enfermedades periodontales más frecuentes en gatos. Pueden verse afectados gatos de todo tipo y de cualquier edad, aunque existe mayor frecuencia en gatos de raza somalí, abisinia y siamesa. Su curso es lento y larvado, por lo que en ocasiones no se detecta el problema hasta que se nota mal aliento en el gato o este disminuye su ingesta de alimento
Causas más frecuentes de gingivitis en gatos
El abanico de causas de la gingivitis en gatos es muy amplio. Las enfermedades sistémicas como la uremia, la diabetes mellitus, la malnutrición grave, las intoxicaciones por metales pesados, los retrovirus o el tratamiento con corticoides a largo plazo pueden provocar gingivitis en gatos. Pero la gingivitis en gatos también puede tener otras etiologías más concretas como:
·         etiología autoinmune (pénfigo vulgar y penfigoide bulloso)
·         vírica (calicivirus, herpesvirus, penleucopenia felina, moquillo)
·         periodontal
·         neoplásica 
·         físico-química (contacto con caústicos, electrocución, cuerpos extraños).
La gingivitis en gatos suele provocar úlceras o zonas de proliferación en la mucosa oral. Se puede acompañar de sialorrea, dificultades para la ingesta de líquidos y alimentos y dolor.
Tratamiento de la gingivitis en gatos según la etiología
El tratamiento depende de la etiología causante de la gingivitis en gatos.
·         Gingivitis por calicivirus: no existe un tratamiento específico. Se pueden administrar antibióticos para prevenir las infecciones bacterianas sobreañadidas.
·         Gingivitis por retrovirus: se pueden administrar antibióticos. Si a pesar de esto no existe mejoría clínica se pueden utilizar corticoides para disminuir la inflamación. En los últimos tiempos se está empezando a utilizar la inmunoterapia. Consiste en adminsitrar interferón alfa y Propionibacterium acnés para que actúen como inmunoestimulantes mejorando la inmunodepresión.
·         Gingivitis linfoplasmocitaria: se utiliza la antibioterapia, aunque sin resultados espectaculares. También se pueden utilizar corticoides para inhibir la respuesta inflamatoria y la higiene dental como tratamiento de mantenimiento.
En general se recomienda realizar una limpieza bucal o tartrectomía en estos animales. En ocasiones es necesario extraer las piezas más dañadas. Incluso parece ser que puede existir cierta relación entre la gingivitis y la dieta del gato, ya que los alimentos húmedos pueden aumentar su frecuencia.
El pronóstico de la gingivitis en gatos depende de la etiología
El pronóstico de la gingivitis en gatos está ligado a la etiología. Merece la pena mencionar el caso de la gingivitis linfoplasmocítica. En ella el pronóstico es malo, ya que al no ser una enfermedad curable, los animales pierden piezas dentarias poco a poco. La propia evolución de la gingivitis en gatos es la que acaba por finalizar el problema en ocasiones. A medida que las piezas dentarias se van perdiendo la gingivitis se va solucionando, ya que la encía necesita una superficie de contacto para mantener la inflamación.



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