Tumores mamarios
Los tumores mamarios (o de
mama) son habituales en las perras, pero poco frecuentes en los perros y los
gatos. Se recomienda la eliminación quirúrgica de la mayor parte de los tumores
mamarios. En algunos casos, puede que sea necesaria la quimioterapia después de
la cirugía. El pronóstico es bueno después de la eliminación quirúrgica de la
mayor parte de los tumores mamarios en perras, pero el pronóstico es peor en el
caso de determinados tipos de tumores en perros y en el caso de todos los
tumores mamarios en gatos.
Entre los perros,
los caniches, los perros salchicha y los spaniel son los más afectados. Entre
los gatos, los siameses u otras razas orientales y los domésticos de pelo corto
son los más afectados. En los perros, la obesidad cuando jóvenes es un factor
de riesgo.
Los tumores
mamarios son más habituales en las perras
que no están esterilizadas o que fueron esterilizadas después de los 2 años de
edad. El riesgo de que una perra presente un tumor mamario es
del 0,5 % si se esteriliza antes del primer celo (aproximadamente 6 meses de
edad), de un 8 % después del primer celo y del 26 % después del segundo celo.
Los gatos esterilizados antes de los 6 meses de edad tiene un riesgo 7 veces
menor de tener cáncer mamario y la
esterilización a cualquier edad reduce el riesgo de tumores mamarios en un
40 % a 60 % en los gatos.
Más de la cuarta
parte de las perras no esterilizadas tendrá un tumor mamario durante su vida.
El riesgo es mucho menor para las perras esterilizadas, los perros y los gatos
de cualquier sexo. En el caso de las perras, el 50 % de los tumores mamarios
son benignos y el 50 % malignos. Sin embargo, pocos
tumores mamarios malignos son mortales. En contraste, más del
85 % de los tumores mamarios en gatos son malignos y la mayor parte de estos
son agresivos (es decir, los tumores mamarios en gatos suelen ser localmente
invasivos y extenderse a otras partes del cuerpo).
Manifestaciones clínicas
Un
bulto palpable bajo la piel del abdomen es el signo más habitual en perros y
gatos con tumores mamarios. Sin embargo, otras manifestaciones clínicas
incluyen secreción de una glándula mamaria, ulceración de la piel sobre una
glándula, mamas hinchadas y dolorosas, pérdida de apetito, pérdida de peso y
debilidad generalizada.
Diagnostico
Es necesario hacer un buen examen
físico general para descubrir la ubicación, el tamaño y el carácter de todos
los tumores mamarios y evaluar el agrandamiento de los nódulos linfáticos
locales. Se hacen otros procedimientos para determinar la fase del cáncer
(determinar de qué tipo es y dónde está ubicado en el cuerpo):
·
Análisis de sangre: recuento sanguíneo, bioquímica, análisis de orina y
perfil de coagulación
·
Ecografía del abdomen, radiografías de pecho y, a veces, TC: se utilizan
para comprobar si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo
·
Aspiración (también llamada aspiración con aguja fina): se utiliza una
aguja para tomar una muestra del tumor mamario, para ayudar a diferenciarlo de
otros tumores cutáneos. También se pueden evaluar los ganglios linfáticos para
comprobar si las células cancerígenas se han extendido. Esto es más confiable
en perros que en gatos para confirmar el diagnóstico.
·
Puede que esté indicada una biopsia para descartar determinados tipos de
tumores llamados carcinomas mamarios inflamatorios, porque normalmente no se
recomienda la cirugía en este tipo de tumor.
Tratamiento
Al consultar después a su veterinario
de atención primaria, este puede enviarle a un cirujano veterinario certificado
por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS), para analizar
todas las opciones.
·
El tipo de cirugía depende del tamaño, ubicación y número de los tumores
mamarios y la especie a la que pertenezca la mascota. En general, la cirugía es
más conservadora en perros con tumores mamarios e implica la retirada solo del
tumor o de la glándula mamaria afectada. Sin embargo, en los gatos, la cirugía
recomendada es más agresiva, con la eliminación de uno o mejor los dos
conjuntos de glándulas mamarias (figura 3). La cirugía para extraer los dos
conjuntos de glándulas mamarias a un gato se realiza con frecuencia en dos
procedimientos quirúrgicos con 2 – 3 semanas de separación.
·
También se debe extraer en los gatos el ganglio linfático local, si es
posible, para evaluar las evidencias de extensión del cáncer.
·
El papel de la esterilización en las perras con tumores mamarios es
controvertido. La mayor parte de los estudios no han demostrado ningún efecto
beneficioso de la esterilización, en el momento de extraer el tumor, a la hora
de prevenir el desarrollo de nuevos tumores mamarios o influir en la
agresividad o posibilidad de metástasis de los tumores mamarios existentes. Sin
embargo, es posible que el cirujano veterinario recomiende la esterilización en
el momento de extraer el tumor mamario, porque estudios recientes han
demostrado un efecto beneficioso en perros con tumores mamarios y puede
prevenir enfermedades no relacionadas, como la piometra (infección uterina).
·
El papel de la quimioterapia en gatos y perros con tumores mamarios
malignos no se ha definido claramente para todos los tipos de tumores, pero con
frecuencia se recomienda visitar al oncólogo después de la cirugía. En el caso
de la mayor parte de los tumores mamarios en gatos y perros, la terapia
hormonal, la inmunoterapia y la radioterapia no se han investigado o no
resultan beneficiosas.
La cirugía no se recomienda en el caso
de perros con carcinoma mamario inflamatorio, debido a que no mejora la tasa de
supervivencia. Lamentablemente, no se ha descubierto un tratamiento eficaz. La
radioterapia, en combinación con un medicamento antiinflamatorio no esteroideo,
ha demostrado proporcionar el alivio del dolor más eficaz en perros, pero el
pronóstico sigue siendo malo.
Cuidados posteriores y evolución
La mayor parte de las mascotas reciben
el alta 1 – 5 días después de la cirugía, dependiendo del alcance de la cirugía
y de su bienestar. Habitualmente vuelven para una revisión y para quitar las
suturas o grapas cutáneas (si las hay). El dolor se puede controlar bien con
medicamentos administrados por el propietario. Pueden pegarse a la piel parches
para el dolor. Es posible que se receten antibióticos en casa a algunos
pacientes.
Las limitaciones después de la cirugía
habitualmente son:
·
Collar isabelino durante 10 – 14 días después de la cirugía para evitar
la tendencia natural de las mascotas de lamerse y mordisquearse la herida.
·
Se indica una actividad limitada y restringida durante unas 2 semanas,
para permitir la recuperación y la cicatrización de la incisión.
·
Puede que sean necesarios cuidados del vendaje, si se aplica uno.
·
Haga que la mascota mee sobre periódicos en lugar de la arena para
gatos.
Las complicaciones postoperatorias
pueden incluir:
·
Infección de la incisión
·
Apertura o ruptura de la incisión (llamada dehiscencia), que es más
habitual en las glándulas mamarias cercanas a las patas traseras o cuando se
han quitado grandes áreas de tejido
·
Reaparición local del tumor o extensión del cáncer que no se detectó en
el momento de la cirugía
Si el tumor mamario
es maligno, el sitio quirúrgico y los ganglios linfáticos regionales se deben
revisar para detectar si resurgen tumores locales o la metástasis,
respectivamente, cada 3 meses durante los 12 primeros meses después de la
cirugía y, luego, cada 6 meses. También se recomiendan una
ecografía del abdomen y radiografías del pecho cada 3 – 6 meses, para
evaluar las evidencias de enfermedad metastásica.
En los perros, hay
varios factores que influyen en el pronóstico después de la cirugía. Estos
factores pronósticos incluyen el tamaño del tumor, la fase clínica (cuánto se
ha extendido el cáncer por el cuerpo), el tipo y grado del tumor, y otros
cambios patológicos que se ven en el tejido tumoral. Los tumores benignos se
curan con la cirugía, aunque es posible que aparezcan nuevos tumores mamarios
(tanto benignos como malignos). El pronóstico de los tumores
mamarios malignos es peor y también depende del tipo de cáncer. En
los perros, el tamaño de los tumores mamarios malignos es un elemento
importante para determinar el pronóstico, tanto respecto a la reaparición del
tumor como al tiempo de supervivencia. Cuanto menor sea el tumor en el momento
de la cirugía (3 – 5 cm o más pequeño) menos probabilidades habrá de que
reaparezca, o se extienda (se convierta en metástasis) a otras partes. Los perros pueden vivir varios años después de retirar algunos
tumores mamarios malignos. Así que una vez que se descubre un tumor, lo
mejor es realizar una cirugía para retirarlo lo antes posible.
El pronóstico en el caso de los gatos
con tumores mamarios es reservado, porque los tumores mamarios suelen ser más
agresivos y metastásicos en los gatos. Muchos de los factores pronósticos
utilizados en los perros también se aplican a los gatos, aunque el alcance de
la cirugía también es importante en los gatos. Cuando el tumor es más pequeño
(menor de 3 cm) al eliminarse, los gatos pueden vivir un par de años; si es
mayor de 3 cm el pronóstico de vida después de la cirugía es de 4 – 12 meses.
Por tanto, el tratamiento quirúrgico temprano resulta importante. En los gatos,
la cantidad de tejido circundante eliminado con el tumor también puede influir
en el tiempo de vida después de la cirugía. En algunos casos, el tiempo de
supervivencia después de la cirugía se ha triplicado en pacientes tratados con
una cirugía agresiva [aquellos en los que se retiró gran cantidad de tejido
vivieron 3 años y los tratados solo con la eliminación del tumor, con el mismo
tipo de tumor, vivieron 1 año].
Los tumores mamarios se pueden prevenir
en gran medida con la esterilización antes de los 6 meses de edad o antes del
primer celo de la mascota. Otros factores que pueden reducir las posibilidades
de que aparezcan tumores mamarios incluyen la alimentación con una dieta bien
balanceada y evitar la obesidad y la administración de hormonas (especialmente
medicamentos con progesterona o que combinan estrógenos y progesterona).
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