Piometra en animales
Detectar enfermedades a tiempo es de suma importancia, es imprescindible conocer a fondo los síntomas, que la causa, entre otras ya que tienen efectos perjudiciales en la salud de los animales

La piometra es una enfermedad infecciosa producida
por bacterias y se caracteriza por la presencia de pus dentro de la cavidad del
útero o matriz. Afecta a perras y gatas de mediana
o avanzada edad, aunque con menor frecuencia puede afectar animales más
jóvenes. Generalmente aparece después de haber transcurrido la época del estro,
después del celo cuando los niveles de progesterona están más altos. las causas
son variadas, pero están relacionadas con disturbios hormonales y la edad.
El animal cuando
padece esta enfermedad llamada piometra está
decaído, tiene secreciones de pus por vagina (a veces no), toma mucha agua,
apetito disminuido. Es un cuadro infeccioso severo por lo que puede
producir una Insuficiencia renal, alteraciones hepáticas, peritonitis, etc. por
las toxinas que se encuentran en el torrente sanguíneo. Antes el único
tratamiento posible era la cirugía, esta consistía en la extirpación del útero
y los ovarios.
Actualmente existe
un tratamiento con un medicamento nuevo que ha tenido
resultados alentadores en algunos casos, evitando así la cirugía, aunque tiene
algunos efectos colaterales no graves que pasan enseguida como salivación y
temblores. Se hace un tratamiento durante 5 días y además se aplican
antibióticos para que la infección no siga avanzando. Este tipo de tratamiento
se puede hacer una vez, la perra seguramente va a mejorar y en algunos casos
cura totalmente; pero a veces la infección es tan grave que no se alcanza a
expulsar la totalidad del pus del útero y hay una recurrencia del problema en un
lapso de tiempo variable.
En este caso no queda otra
alternativa que recurrir a la cirugía; aquí la recuperación es completa debido
a que se extirpa todo y con eso la infección desaparece con lo extraído. El
tratamiento con medicamentos está indicado cuando el animal se lo quiere
conservar para reproducción, cuando el estado sanitario no es el adecuado para
resistir una operación y también por razones económicas ya que la cirugía es
más costosa.
Alteración
de la inmunidad propia del útero
Durante el celo, las bacterias (la
más frecuente es Escherichia coli) que se encuentran en la vagina pueden
ascender hasta el útero donde encuentran un ambiente muy favorable para su
multiplicación. La utilización de algunas hormonas (estrógenos y progestágenos)
para la prevención de las gestaciones no deseadas, predispone a la aparición de
la piómetra. Las perras adultas o viejas tienen celos irregulares que
predisponen a estos problemas, ya que tienen celo durante toda la vida.
Signos
Clínicos de la Piometra
Los síntomas aparecen a las 3-6
semanas después del celo. Son muy variables, pero los más frecuentes son:
apatía, anorexia (dejar de comer), fiebre (en un 20% de los casos), vómitos,
polidipsia (beber mucho), poliuria (orinar mucho) y deshidratación. A veces,
cuando la piómetra es “abierta” se observa una descarga de secreción purulenta
por la vagina. Algunas perras llegan en estado de shock debido a las
complicaciones graves secundarias a la piómetra como: septicemia (bacterias en
la sangre), endotoxemia (toxinas en la sangre), peritonitis o insuficiencia
renal.
Recomendación
Recurre lo antes posible con tu
médico veterinario para que trate esta urgencia de forma inmediata. El tiempo
entre que empiezan los problemas y la actuación veterinaria es muy importante
para la supervivencia de su perra. Diagnóstico La mayoría de las veces con la
historia clínica y una buena exploración ya es posible emitir un diagnóstico.
Otras veces, son necesarias otras pruebas complementarias para confirmar el
diagnóstico, así: análisis de sangre (para valorar el número de glóbulos
blancos y la funcionalidad renal), radiografías del abdomen o ecografías del
aparato genital.
Tratamiento
Recuperar o evitar la presencia del
shock en la perra. En esta fase la infusión masiva de fluidos en la circulación
sanguínea es fundamental. También hay que controlar la funcionalidad renal e
iniciar un tratamiento con antibióticos de amplio espectro. Una vez que la
perra está estabilizada hay que entrar al quirófano para realizar una
ovariohisterectomía (extirpar los ovarios y el útero).
En las perras que estén estables y
que presenten una piometra “abierta”, se puede aplicar un tratamiento médico
con antibióticos y prostaglandinas (hormonas que aumentan las contracciones
uterinas). Con este tratamiento se intentaría mantener la capacidad
reproductora de la perra, sin embargo, debido a la gravedad de la enfermedad y
a la particular anatomía del útero de las perras, los resultados son menos
satisfactorios.
Pronóstico Piometra
Si se opera de forma rápida las
posibilidades de éxito son muy altas, sin embargo, si existen algunas de las
complicaciones antes mencionadas las perras pueden morir durante la cirugía o
días después de ésta. Si no se tratan adecuadamente las perras morirán debido a
la gravedad de esta infección. El tratamiento quirúrgico consigue una curación
definitiva a utilización de un tratamiento médico ha de ser valorado cautamente
por el veterinario y el propietario. Sin embargo, hay que considerar que las
perras que han cursado con piómetra normalmente quedan con una insuficiencia
renal que debe ser tratada (generalmente vía alimentación) y controlada por tu médico
veterinario de por vida.
Prevención
·
Utilizar muy ocasionalmente los medicamentos anticonceptivos en las
perras.
·
Operar a las perras que no se desea que tengan descendencia.
·
Hacer controles posts partos del sistema reproductor con su médico
veterinario
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